El Obispado de San Rafael confirmó que Monseñor Carlos María Domínguez presentó su renuncia tras ser denunciado por acciones indebidas a principios de febrero.
Investigación eclesiástica en curso
La acusación fue realizada por personas adultas, según informó el Presbítero José Antonio Álvarez en un comunicado oficial.
Detalles de la denuncia
Según la declaración de una de las víctimas ante el Tribunal Interdiocesano de Mendoza, el denunciante fue invitado a colaborar como acólito en una celebración litúrgica presidida por el obispo. Con el tiempo, la relación con Domínguez se fortaleció a través de reuniones, almuerzos y encuentros personales, hasta que comenzaron las conductas inapropiadas.
Entre los hechos denunciados se mencionan:
La víctima, de la que se preserva la intimidad, dio cuenta de los abusos que sufrieron en reiteradas oportunidades. Entre los comportamientos indebidos detalla que hubo “propuestas inapropiadas para realizar gestos físicos bajo el argumento de fortalecer la confianza, incluyendo tocamientos de carácter íntimo”.
El joven damnificado también habló de “juegos de acumulación de puntos que derivaban en supuestos castigos físicos, en donde el obispo tomaba los testículos de los jóvenes”, a la que justificaba como “una tradición personal”, y de “comentarios sobre la diferencia entre pudor y vergüenza, utilizados para racionalizar y normalizar situaciones de vulnerabilidad e incomodidad”, tal como consta en la declaración.
En otra parte de la denuncia, señaló que hubo una situación en la que el obispo hizo pasar a cada uno de los tres jóvenes por turnos a una sala donde él esperaba a puertas cerradas. Allí los invitó a bajarse los pantalones y la ropa interior, y les tocaba los genitales con la mano mientras les hacía prometer fidelidad a Jesús.
Hubo también otra situación en la que convenció a los tres jóvenes a bajarse los pantalones y la ropa interior estando los tres con él. Como ellos no se animaban, él los animó bajándose el pantalón y la ropa interior. “Cuando los jóvenes hicieron lo mismo, el obispo fue tomando el pene de cada uno en forma de saludo mientras decía “Hola, ¿cómo estás?” Luego les indicó que cada uno debía “saludarlo a él” de la misma manera”, según figura en la denuncia.
También existió una propuesta de vacaciones en un lugar apartado, donde el obispo sugirió la posibilidad de compartir espacios privados sin ropa, señalando que se trataba de un símbolo de confianza plena. Los detalles a los que accedió este medio dan cuenta de la gravedad de los hechos.
Fuente infobae
La denuncia fue realizada ante autoridades eclesiásticas, pero aún no se ha radicado en la justicia civil.
Reacciones y medidas
📌 El Vaticano y la Conferencia Episcopal Argentina destacaron que se actuó con rapidez, iniciando una investigación canónica y aceptando la renuncia inmediata del obispo.
📌 Monseñor Marcelo Mazzitelli asumió como administrador apostólico de la diócesis, en reemplazo de Domínguez, quien ya abandonó la ciudad de San Rafael.
📌 Desde el Obispado lamentaron “la herida y el dolor” causados y aseguraron que la búsqueda de la verdad debe conducir a un “camino de sanación” para los afectados.
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